SEMANA DE PASIÓN.

31 de Marzo 2021.

¡Preparándonos!

Lectura bíblica: Filipenses 2:5-11

“Haya pues en vosotros esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús”

(Filipenses 2:5)

El miércoles de la semana de Pasión, es llamado también el día del silencio, ya que, desde el martes por la noche, hasta el jueves por la tarde, no se ha descrito ningún relato sobre Jesús. Se cree que estuvo este tiempo en Betania con sus discípulos y seguidores más íntimos. Fueron horas de retiro, de preparación, y de descanso, después de la tremenda actividad que precedió a este día.

No debió de ser un tiempo fácil para Jesús. Se acercaba el final. Por un lado, sabía que la copa de la que iba a beber en obediencia era muy amarga, por otro lado, sabía que los discípulos aún no habían entendido bien lo que iba a ocurrir, a pesar de todas las veces que Jesús les habló sobre ello (Mateo 20:17-19), no entendían cómo se llevaría a cabo la obra redentora del Mesías, la cual distaba mucho de muchos de sus pensamientos y expectativas.

Quizás, como sus discípulos, tampoco entendamos bien lo que significó esa Pascua para toda la humanidad, y lo que significa para cada uno de nosotros. Quizás sea algo que no lleguemos a asimilar y que incluso nos neguemos a aceptar. También es posible que nos resulte ya tan familiar y cercano a nuestra cultura y tradición, que lo veamos como una fecha de calendario, un programa ya establecido para los creyentes, y que, por tanto, pase a través de nuestras mentes como una Semana Santa más, una última cena más, un viernes santo más, un domingo de resurrección más. Necesitamos entonces parar, callar, y mirar hacía la cruz.

Deja que hoy sea también para nosotros un día de silencio, un tiempo de recogimiento y de reflexión, un tiempo de dejar al Señor de nuevo enseñarnos, abrirnos los ojos y mostrarnos el mensaje de la cruz, que es locura para los que se pierden, pero poder de Dios para los que se salvan (1 Corintios 1.18).

Por ello, te animo a leer con detenimiento este conocido himno que se encuentra en la carta a los filipenses. Deja que esas palabras te hablen, alienten y preparen el corazón para vivir, en estos días especiales de Semana Santa, algo más que un recuerdo convertido en tradición. Busca en sus palabras el significado de la Cruz y la importancia de la Resurrección. ¡Que se rasgue el velo de tu corazón! Permite que el Señor te muestre lo que el mayor acto de amor jamás conocido ha hecho en este mundo caído, y lo que puede hacer en cada una de nuestras vidas.

 

Haya en vosotros esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús:

Existiendo en forma de Dios,

él no consideró el ser igual a Dios

como algo a qué aferrarse;

sino que se despojó a sí mismo,

tomando forma de siervo,

haciéndose semejante a los hombres;

y hallándose en condición de hombre,

se humilló a sí mismo

haciéndose obediente hasta la muerte,

¡y muerte de cruz!

Por lo cual también Dios lo exaltó hasta lo sumo

y le otorgó el nombre

que es sobre todo nombre;

para que en el nombre de Jesús

se doble toda rodilla

de los que están en los cielos,

en la tierra y debajo de la tierra;

y toda lengua confiese

para gloria de Dios Padre

que Jesucristo es Señor”

(Filipenses 2:5-11)

Que haya en nosotros ese pensar y entendamos que nuestro camino, como discípulos, pasa por negarnos a nosotros mismos, por llevar cada día nuestra cruz y seguir a Cristo en todo momento y lugar (Lucas 9:23).