UNA DURA TRAVESÍA
Lucas 2:3-5
¿En alguna ocasión hiciste, o te planteaste hacer el camino De Santiago? Desde que se pusiera de moda, miles y miles de personas, creyentes y no creyentes han hecho esta travesía a pie. La mayoría de manuales que se han editado para ayudar a los caminantes, recomiendan marcarse etapas diarias de unos 25 km., usar un buen calzado deportivo y calcetines de algodón para evitar las temidas y dolorosas ampollas.
En Lucas se nos dice que José y María fueron de Nazaret de Galilea a Belén, cerca de Jerusalén. Cuando leía este texto de joven, tenía la impresión que se trataba de un paseo, como de una excursión a pie de un día. Pero cuando visité Israel hace unos años tuve la oportunidad de hacer ese recorrido en coche, ahí pude ponerle dimensión al texto y darme cuenta lo que pudo suponer para José y María hacer aquel viaje. Estamos hablando de unos 140km. aproximadamente de caminos de piedra con zonas realmente peligrosas. Si a esto añadimos que María estaba ya en un estado avanzado de embarazo, podemos imaginar lo que supuso para ambos, y para remate final, la dificultad de encontrar un lugar donde alojarse.
Todo ello nos habla en una dirección. Tomar la decisión de obedecer a Dios no nos pone las cosas más fáciles. En los planes de Dios estaba previsto que el nacimiento de Jesús se produjera en Belén, y José y María debían hacer esa dura travesía para empadronarse, pero lo que era más importante, para dar cumplimiento a la profecía y llevar a cabo el plan de Dios.
Hoy, vísperas de Navidad, y con todo el ropaje bucólico y dulzón del que rodeamos esta celebración, podemos caer en la equivocación de perder de vista lo duro que resultó el milagro de la Navidad. Ignoro los desafíos que Dios pone delante de tu vida, pero no olvides que llevarlos a cabo no siempre te será fácil, sin embargo, confía en que, si vienen de Dios, Él te dará las fuerzas, la sabiduría y los recursos para poder alcanzarlos.
Elías Nofuentes · Dénia