Semana de Oración Unida: Día 02 – 10 ene. 2022.

Día 2 – El Sabbat y la Provisión de Dios

Versículos

Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al SEÑOR tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Acuérdate de que en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el SEÑOR bendijo y consagró el día de reposo.

(Éxodo 20. 8-11)

Meditación

Desde el primer cuarto del año 2020, todo el mundo tiene en mente situaciones causadas por la pandemia. Estos momentos nos hacen recordar a los cristianos ese tiempo que el pueblo de Dios pasó en el desierto, cuando querían volver a la esclavitud en Egipto porque estaban hambrientos: “—¡Cómo quisiéramos que el SEÑOR nos hubiera quitado la vida en Egipto! —les decían los israelitas—. Allá nos sentábamos en torno a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos…” (Éxodo 16,3). Dios creó el Sabbat como último acto de su creación a modo de símbolo de su gracia y providencia para su pueblo.

En Éxodo 20.8, Dios nos recuerda adherir al Sabbat, un día de reposo para todos, un día que elimina toda injusticia en cada aspecto de la vida, especialmente para aquellos que son parte de las clases sociales más bajas. Dios expresa su amor por nosotros y trata a todas sus criaturas equitativamente. Todos nosotros deberíamos ser capaces de disfrutar el reposo divino en el Sabbat.

En el desierto, Dios alimenta a su pueblo con un nuevo tipo de comida que literalmente se llama “¿Qué es eso?”. Era una comida con un signo de interrogación, que satisfacía sus necesidades y se traduce del hebreo como “Mann-hou”, maná. Con esta comida Dios preparó el Sabbat e hizo posible para su pueblo ser provisto y liberado de su pasado en Egipto.

Luego de Éxodo 16, 4, el pueblo recibió una ración todos los días como provisión diaria suficiente. El enfoque aquí es que las personas obedezcan las instrucciones y avancen de forma disciplinada. Nosotros (el pueblo en el desierto y los cristianos hoy) recibimos diariamente a través de la Palabra de Dios ambas cualidades: obediencia y disciplina. Nos proveen con la certeza de la gracia de Dios en nuestra vida.

Preguntas para reflexionar

  • ¿Tenemos «vasijas llenas» que deberíamos reemplazar con comida nueva del cielo?

  • ¿Cómo te ha provisto Dios con «nueva comida» de la cual no sabías antes?

  • Depender de Dios debe ser una realidad para nosotros los cristianos. La instrucción y la disciplina no son siempre parte de nuestras vidas. ¿Deberíamos redescubrir estos elementos? ¿Cómo?

Temas de oración

  • Oramos por los cristianos perseguidos en este mundo. Que reciban maná, la provisión diaria de Dios.

  • Oramos por la fe de los cristianos con una historia de emigración, especialmente por los jóvenes cuya fe está siendo probada.

  • Oramos para que Dios levante «Moisés» (líderes) nuevamente en nuestras comunidades cristianas.

Oración recomendada

Dios, Tú cuidaste de tu pueblo en el desierto. Los alimentaste, protegiste y animaste. Gracias por la gracia que le ofreciste a quienes libraste de la esclavitud en Egipto.

Gracias también por nosotros: nos has liberado de vivir una vida de atadura al pecado y nos has incluido en tu reino. Nos nutres con tu Palabra, nos proteges y nos animas todos los días.

Renunciamos volver a nuestro “Egipto” del pasado y recurrimos a Ti, Jesús. Ayúdanos a tener tiempos de descanso en tu presencia donde Tú nos proveas con la fuerza y la valentía que necesitamos para hacer tu voluntad.

Amén.

Joseph Kabongo, Suiza