JUAN – Día 4
11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y
manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
12 Después de esto descendieron a Capernaúm él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y se quedaron allí no muchos días.
Jesús purifica el templo
13 Estaba cerca la Pascua de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
14 Encontró en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas que estaban allí sentados
15 e hizo un azote de cuerdas y echó fuera del templo a todos, con las ovejas y los bueyes; también desparramó las monedas de los cambistas y volcó las mesas;
16 y dijo a los que vendían palomas: –Quitad esto de aquí, y no convirtáis la casa de mi Padre en casa de mercado.
17 Entonces recordaron sus discípulos que está escrito: «El celo de tu casa me consumirá».
18 Los judíos respondieron y le dijeron: –Ya que haces esto, ¿qué señal nos muestras?
19 Respondió Jesús y les dijo: –Destruid este templo y en tres días lo levantaré.
20 Entonces los judíos dijeron: –En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
21 Pero él hablaba del templo de su cuerpo.
22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos recordaron que había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había dicho.
Jesús conoce a todos los hombres
23 Mientras estaba en Jerusalén, en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía.
24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos;
25 y no necesitaba que nadie le explicara nada acerca del hombre, pues él sabía lo que hay en el hombre.