JUAN – DIA 23

JUAN – Día 23

Juan 12

Jesús es ungido en Betania

1 Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto y a quien había resucitado de los muertos.
2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.
3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
4 Dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que lo había de entregar:
5 –¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se les dio a los pobres?
6 Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era ladrón y, teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
7 Entonces Jesús dijo: –Déjala, para el día de mi sepultura ha guardado esto.
8 A los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.

El complot contra Lázaro

9 Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, y fueron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
10 Pero los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro,
11 porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.

La entrada triunfal en Jerusalén

12 El siguiente día, grandes multitudes que habían ido a la fiesta, al oir que Jesús llegaba a Jerusalén,
13 tomaron ramas de palmera y salieron a recibirlo, y clamaban: –¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
14 Halló Jesús un asnillo y montó sobre él, como está escrito:
15 «No temas, hija de Sión; tu Rey viene, montado sobre un pollino de asna».
16 Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio, pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho.
17 Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de los muertos.
18 Por lo cual también había salido la gente a recibirlo, porque había oído que él había hecho esta señal.
19 Pero los fariseos dijeron entre sí: –Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él.