JUAN – Día 12
41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: «Yo soy el pan que descendió del cielo»,
42 y decían: –Este, ¿no es Jesús el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo dice ahora: «Del cielo he descendido»?
43 Jesús respondió y les dijo: –No murmuréis entre vosotros.
44 Nadie puede venir a mí, si el Padre, que me envió, no lo atrae; y yo lo resucitaré en el día final.
45 Escrito está en los Profetas: «Y todos serán enseñados por Dios». Así que, todo aquel que oye al Padre y aprende de él, viene a mí.
46 No que alguien haya visto al Padre; solo aquel que viene de Dios, ese ha visto al Padre.
47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí tiene vida eterna.
48 Yo soy el pan de vida.
49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y aun así murieron.
50 Este es el pan que desciende del cielo para que no muera quien coma de él.
51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
52 Entonces los judíos discutían entre sí, diciendo: –¿Cómo puede este darnos a comer su carne?
53 Jesús les dijo: –De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final,
55 porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
57 Así como me envió el Padre viviente y yo vivo por el Padre, también el que me come vivirá por mí.
58E ste es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres, que comieron el maná y murieron; el que come este pan vivirá eternamente.
59 Estas cosas dijo en Capernaúm, enseñando en una sinagoga.
Palabras de vida eterna
60 Al oir esto, muchos de sus discípulos dijeron: –Dura es esta palabra; ¿quién la puede oir?
61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: –¿Esto os escandaliza?
62 ¿Pues qué, si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba primero?
63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
64 Pero hay algunos de vosotros que no creen –porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo había de entregar–.
65 Y dijo: –Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le es dado del Padre.
66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él.
67 Dijo entonces Jesús a los doce: –¿Queréis acaso iros también vosotros?
68 Le respondió Simón Pedro: –Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
69 Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
70 Jesús les respondió: –¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?
71 Hablaba de Judas Iscariote hijo de Simón, porque él era el que lo iba a entregar, y era uno de los doce.