INVITACIÓN A AMAR: DIA 7 – La Evidencia

LA EVIDENCIA

«En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él» (1 Juan 4:13-16).

Es natural buscar evidencias antes de creer.

Supongamos que tu automóvil está descompuesto. Lo llevas al mecánico y él te dice que vuelvas en un par de días con $500 dólares. Le pagas al mecánico y recuperas tu automóvil, pero de camino a casa, hace los mismos ruidos que hacía cuando lo llevaste para que lo arreglaran.

¿Cómo se supone que creerás que tu automóvil fue siquiera revisado o que el mecánico está calificado, es honesto y confiable? No había evidencia de cambio en el automóvil. Lo mismo se puede decir de la vida cristiana.

La Biblia dice en muchas ocasiones que darás fruto si el Espíritu de Dios vive dentro de ti (Ro 1:5; Fil 1:11; Stgo 2:26 y muchos más). Este pasaje en 1 Juan 4 hace eco de este tema bíblico. Si el Espíritu de Dios vive dentro de ti, producirás evidencia, específicamente el fruto del amor (dado el tema de este devocional).

No sé tú, pero yo he sido tentado a pensar que los principios de la Escritura en realidad no funcionan en el mundo real. He dudado de que la gracia de Cristo realmente es lo suficientemente poderosa para producir buen fruto en nuestras dificultades. Sé que no estoy solo en esto.

Como consejero, lo he escuchado todo: «sé que una “suave respuesta aparta el furor”, pero quien sea que escribió eso, ¡¡¡no tenía hijos!!!». O «sé que debo amar a mi esposa como Cristo amó a la iglesia, pero, ¡¿alguna vez has pasado tiempo con ella?!». O «Jesús dijo que pongamos la otra mejilla, pero, ¿¡no has escuchado cómo me habla mi vecino!?».

Creo que muchos cristianos son tentados a limitar sus expectativas de lo que Dios puede hacer en sus corazones. Cuando asumes tales cosas, dejas de creer que pueden crecer buenos frutos y dejas de intentarlo. Cuando la dificultad se atraviesa en tu camino, ya ni siquiera intentas aprovechar el poder del Espíritu Santo que reside en tu alma.

Si quieres ver más evidencia del amor en tu vida, planta tus raíces al lado de las aguas del Espíritu Santo. Aprovecha los arroyos de gracia que Dios provee. El Señor dijo por medio de Jeremías: «Bendito es el hombre que confía en el Señor… Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente» (Jer 17:7-8).

Incluso en medio de un tremendo calor, Dios enviará sus aguas y tú podrás dar fruto: «[Él] no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto» (Jer 17:7-8).

ORA INTENCIONALMENTE

Espíritu Santo, me proporcionaste una habilidad sobrenatural para amar. Tu presencia me capacita para ser una persona guiada por un amor cruciforme cada día, a pesar de lo que estoy enfrentando. Sin embargo, Espíritu Santo, confieso que me rindo demasiado rápido. Dudo de tu poder y busco un escape fácil. ¿Me recordarías tu presencia y poder? ¿Me animarías a plantar mis raíces junto a tus aguas vivas? Amén.

APLICA PRÁCTICAMENTE

  1. ¿En qué áreas de tu vida el Espíritu Santo ha producido fruto recientemente?
  2. ¿En qué áreas dudas del poder del Espíritu Santo y te rindes demasiado fácil al pecado?

https:/ /www.accesodirecto.org/