EL DISEÑO
«Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros» (1 Juan 4:11).
El amor no es una obligación moral; es un diseño creado.
Quisiera pasar este devocional simplemente desglosando una palabra: debemos, porque cuando escucho la palabra debemos, mi reacción inmediata es pensar en una obligación moral. Tú debes amar; es tu obligación moral amar; tu Señor y Rey te ha ordenado amar.
Sin duda, puedes argumentar que deber significa una obligación moral, pero necesitas profundizar más. Deber es una palabra de diseño. Fuiste diseñado para amar. Cuando Jesucristo resume el llamado del ser humano a dos mandamientos, estos son mandamientos a amar: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente […]. Y […] Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 22:37-39).
Las aves deben volar; los peces deben nadar; la miel debe ser dulce; la noche debe ser oscura; el sol debe brillar. Las cosas en la creación fueron diseñadas con un propósito en particular. Tú no dejas a tu perro poodle en un acuario y no ves a tu vecino sacando a pasear a su pez dorado, eso viola su diseño creado.
De la misma manera, Dios diseñó a los humanos para amar. Fuimos creados para glorificar a Dios y amar a los demás. Algo horrible resulta cuando violamos ese diseño. Cada acto de violencia, asesinato, corrupción y odio es el resultado de la violación de los seres humanos a su diseño de amar.
El mundo te dirá que el estilo de vida más amoroso, más glorioso y más pleno se encuentra cuando te priorizas a ti mismo y a tus propios deseos. «Céntrate en ti mismo», dicen. «Ámate a ti mismo ante todo». Sin embargo, esas mentiras violan tu diseño creado. ¡Qué trampa más horrible y deshumanizante en la que están intentando hacerte caer!
Me encantaría poder decir que rechazo esa mentira y que cumplo con mi diseño creado. No obstante, hay muchas veces en las que soy un pez con correa; un perro poodle en un acuario. Vivo de manera más egoísta que amorosa, enredado en mi propia agenda, centrado en mis propios sentimientos e impulsado por mis propios deseos.
Fuiste creado para amar, pero el pecado destruyó eso. No obstante, debido a la gracia, puedes ser creado de nuevo diariamente en Cristo. Como David, debes orar: «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí» (Sal 51:10).
ORA INTENCIONALMENTE
Dios Creador, tu diseño original fue perfecto y sabio. Todo funcionaba como debía; la armonía, la paz y el gozo gobernaban el mundo. Sin embargo, cuando los seres humanos violaron su diseño a amar, el caos entró al cosmos. Me encantaría poder decir que soy inocente de esa violación, pero cada día vivo como un perro “poodle” en un acuario. Te pido, como David lo hizo, que vuelvas a crear mi corazón y me permitas amar como debo hacerlo. Amén.
APLICA PRÁCTICAMENTE
- ¿Cómo cambiaría la sociedad si todos amaran según su diseño?
- ¿Cómo cambiarían tus relaciones si amaras a todos como debes? Destaca una o dos relaciones en particular.