DESDE ANGUSTIA, MIEDO A LA ALEGRÍA ¿O A LA INCREDULIDAD?
Leer capítulo 28 de Mateo
En nuestra lectura devocional de ayer terminamos con Jesús, crucificado y colocado en la tumba. La tumba está sellada y guardada. En la lectura de hoy vemos el gran dolor y confusión de los discípulos y seguidores de Jesús, convertido en gran gozo. Vemos el plan de Salvación de Dios cumplido. Pero también vemos corazones duros y un rechazo a creer a pesar de las señales hechas con gran poder.
Mateo 28 se abre con las dos Marías de camino a la tumba. Un ángel descendió del cielo, hubo un gran terremoto y el ángel quitó la piedra de la tumba y se sentó sobre ella. El ángel les dijo a las mujeres “no tengáis miedo” y luego les dijo que Jesús estaba vivo. Les invitó a venir y ver la tumba vacía, y después que fueran y se lo dijeran a los otros discípulos. Muchas veces pensamos en un ángel como una persona amable que vuela con alas y ayuda a la gente. Pero casi siempre en la Biblia cuando aparece un ángel, lo primero que tiene que decir es «No tengas miedo». Son seres poderosos e impresionantes.
Así que las dos mujeres, llenas de miedo y gran alegría, fueron corriendo a decirlo a los discípulos. En el camino se encontraron con Jesús y él les saludó. Cayeren a sus pies y le adoraron. Jesús tuvo que decirles otra vez que no tuviesen miedo, sino que fuesen a decírselo a los discípulos, que lo encontrarían en Galilea.
Piensa en todo lo que ha pasado a las mujeres en un espacio de tiempo muy corto. Primero, vienen a ver la tumba donde Jesús es enterrado. Vienen a llorar por la muerte de su maestro amado. Luego se encuentran con un ángel que ha movido la piedra lejos de la boca de la tumba y está sentado en ella. El ángel les dice que Jesús está vivo. Pero el ángel también les dice que entren y busquen por sí mismas. No hay ningún cuerpo allí. Van corriendo de vuelta para decírselo a los discípulos. ¿Te imaginas lo que está pasando por sus mentes? “¿Es esto realmente cierto? ¿Podría Jesús estar realmente vivo? Vimos su ropa dentro de la tumba pero sin su cuerpo. Y un ángel nos dijo que estaba vivo. ¿Puede ser verdad?” Entonces de repente está Jesús delante de ellas saludándolas. SÍ, REALMENTE ES VERDADERO.
Pero también vemos una historia de corazones duros, llenos de incredulidad. Al final del último capítulo, los fariseos convencieron a Pilato que puso una guardia en la tumba. Saben que Jesús predijo que se levantaría de nuevo en 3 días y no querían que los discípulos robaran el cuerpo y afirmaran que estaba vivo. Cuando el ángel viene y tira la piedra lejos de la tumba los guardias caen como si estuvieran muertos. Pero luego van y les dicen a los fariseos lo que pasó. A pesar de que habían visto todos los milagros que Jesús hizo y a pesar de que hizo lo que él dijo que haría y resucitó de entre los muertos en 3 días; todavía se negaron a creer y dijeron a los guardias que mintieran y dijeran que los discípulos habían robado el cuerpo cuando estaban dormidos. Admitir ahora que Jesús realmente era el Mesías sería admitir que se habían equivocado y que eran responsables de la muerte del Mesías. Su orgullo era demasiado grande y tenían que seguir caminando por un camino de mentiras.
El capítulo termina con los discípulos que se encuentran con Jesús en Galilea y Jesús les encarga que vayan a todo el mundo y hagan discípulos. Exploraremos este mandato más mañana donde el médico Lucas repite el mismo mandato en Hechos capítulo 1.
Preguntas para reflexión:
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¿Por qué el ángel les dijo a las mujeres que miraran dentro de la tumba en lugar de decirles que Jesús estaba vivo?
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Después de hablar con el ángel, ¿por qué las mujeres corrían con miedo y alegría? ¿A qué han tenido temor? ¿Por qué sentían gozo?
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¿Por qué los fariseos todavía no creyeron que Jesús era el Mesías después de que los guardias les informaron sobre la visita del ángel y la tumba vacía? ¿Alguna vez has elegido lo qué querías creer en base a lo que era conveniente o cómodo, a pesar de los hechos reales?
Tim Cook.