15 de mayo 2021
Elegir la alegría.
Lectura bíblica: Habacuc 3
“Aunque la higuera no florezca,
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
ni ganado alguno en los establos;
aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!” (Habacuc 3.16-17)
Hoy volvemos a disfrutar con un devocional del libro “Camino a Casa” de Henri Nouwen. Este discípulo de Cristo fue un sacerdote católico holandés, autor de más de 40 libros muy valorados, tanto por protestantes como por católicos. En el nombre de Jesús, Payasadas en Roma, La vida del amado, El regreso del hijo pródigo y El camino del corazón son solo algunos de sus títulos más reconocidos. Fue profesor en las universidades de Notre Dame, Yale y Harvard, las cuales abandonó para compartir su vida como pastor con personas con discapacidad mental en la comunidad de El Arca de Daybreak en Toronto (Canadá). Esta experiencia lo marcó profundamente, lo que reflejó en algunos de sus libros. Murió en septiembre de 1996.
Transcribo este devocional como cierre a esta semana en la cual hemos estado reflexionando, y espero que, practicando, la disciplina espiritual de la Celebración. Creo que lo que transmite Nowen, es un colofón perfecto para animarnos a seguir caminando en este sendero hacia el Crecimiento Espiritual que hemos emprendido. ¡Disfruta y Celebra!
Elegir la Alegría
“Hoy, en la primera lectura de la eucaristía, escuché: “Estoy ofreciéndote la vida o la muerte… entonces, elige la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir en el amor de Yahveh, tu Dios, obedeciendo su voz, y aferrándose a Él” (Deuteronomio 30. 19-20)
¿Cómo elijo la vida? Estoy tomando conciencia de que sólo hay pocos momentos sin oportunidad de elección, ya que la muerte y la vida están siempre delante de mí. Uno de los aspectos de elegir la vida es elegir la alegría. La alegría es vivificante, pero la tristeza trae la muerte. Un corazón triste es un corazón en el que algo se está muriendo. Un corazón alegre es un corazón en el que algo nuevo está naciendo.
Pienso que la alegría es mucho más que un estado de ánimo. Un estado de ánimo te invade. No lo elegimos. A menudo, nos descubrimos de un humor alegre, o deprimido, sin saber de donde proviene. La vida espiritual es la vida más allá de los estados de ánimo. Es la vida en la que elegimos la alegría sin transformarnos en víctimas de sentimientos efímeros de felicidad, o depresión.
Estoy convencido de que podemos elegir la alegría. En cada momento, podemos decidir responder ante un hecho o a una persona con alegría en vez de con tristeza. Cuando, realmente, creemos que Dios es vida y sólo vida, entonces, nada necesita tener el poder de arrastrarnos al reino triste de la muerte. Elegir la alegría no significa elegir sentimientos felices, o una atmósfera artificial de hilaridad. Sino que significa la determinación de dejar que cualquier cosa que pase nos lleve un paso más cerca del Dios de vida.
Quizá esto sea lo importante de los momentos silenciosos de meditación y oración. Me permiten tener una mirada crítica sobre mis estados de ánimo y pasar de ser víctima a elegir libremente.
Esta mañana, me desperté un poco deprimido. No pude encontrar ninguna razón. Simplemente sentía la vida vacía, inútil, fatigante. Me sentía invadido por un humor sombrío. Me di cuenta de que este estado de ánimo me estaba mintiendo. La vida no es un sinsentido. Dios ha creado la vida como una expresión de amor. Me ayudó saberlo, aunque no pudiese sentirlo. Basándome en este conocimiento, podía elegir otra vez la alegría. Esta elección simplemente significa actuar de acuerdo con la verdad. Todavía está allí el humor depresivo. No puedo simplemente forzarlo y sacarlo de mi corazón. Pero, por lo menos, puedo desenmascararlo como falso y, de esta forma, no permitirle que se convierta en el fundamento de mis acciones.
Estoy llamado a ser alegre. Da mucho consuelo saber que puedo elegir la alegría.”
Henri Nouwen (Camino a Casa, pag. 163-164)