Muerte al Yo – Kelly Needham: Dia 3

DIA 3

SIN DERECHOS

CONECTA

Toma un par de minutos para decirle «buenos días» a Dios a tu manera y cuéntale cómo te sientes hoy. Pídele que te hable por medio de este devocional.

 

 

SUMÉRGETE EN LA PALABRA

Vivimos en una cultura que se trata de «nuestros derechos» y de lo que tenemos derecho a tener o hacer. Si tu amigo te trata mal, tú tienes el derecho a ignorarlo. Si alguien en el trabajo no cumple con sus horas, tú tienes derecho a enojarte. Si tus padres te dicen que no a algo que tú quieres hacer, tienes el derecho a hablar mal de ellos en la escuela.

Muchos de nuestros amigos alentarán esta idea de represalia. «¡No puedo creer que ella te haya hecho eso! ¡Qué mal educada! No nos sentemos más con ella a la hora de almuerzo». No obstante, ¿qué dice la Palabra de Dios y cómo luce realmente seguir los mandamientos de Jesús?

Lee las palabras de Jesús en el Sermón del Monte en Mateo 5:38-42.

Aun cuando no tenemos una ley que establezca «ojo por ojo y diente por diente», a menudo vemos esta idea en nuestra cultura. Si tú me hieres o me dañas, entonces necesitas pagarme por lo que me has hecho.

¿Cuáles son algunas de nuestras reglas modernas de «ojo por ojo y diente por diente»?

Jesús describe cuatro situaciones en estos versículos. ¿Cuáles son?

1.- Alguien abofetea tu mejilla (v.39)

2.-

3.-

4.-

¿Cuál de estas situaciones te frustrarían más si te ocurriera? ¿Por qué?

¿Sería difícil para ti responder de la manera en que Jesús nos ordena a responder? ¿Por qué?

Aunque tal vez no hay personas en nuestras vidas que quieran lastimarnos, eso no significa que no necesitemos considerar este pasaje de la Escritura para nuestras vidas hoy. Estos son algunos derechos a los que yo soy tentada a aferrarme en viajes misioneros: ×

  • Si he trabajado muy duro, tengo el derecho a sentarme y a descansar mientras mi equipo de trabajo continúa la labor.
  • Si termino el trabajo que me fue asignado, no necesito ayudar a otros miembros de mi equipo de trabajo porque ese es su trabajo y ellos deben terminarlo. No es mi culpa que ellos sean trabajadores más lentos que yo.

¿A qué derechos te aferras?

¿Qué harás para renunciar a esos derechos hoy?

 

RESPONDE Y ESCUCHA

Toma un momento para contarle tus pensamientos sobre este pasaje a Dios. Conversa con Él sobre tus sentimientos. Responde a lo que Él ha dicho por medio de su Palabra. Luego toma un momento para escucharlo. Siéntate en silencio por un par de minutos y ten la certeza de que Él está ahí contigo, tan real como el aire que respiras.

 

DESAFÍO DIARIO

Haz un esfuerzo adicional por aquellos que te rodean hoy. Si alguien de tu trabajo o de tu familia te pide ayuda (para dar un paso más allá con ellos), ayúdalo y luego pregúntale qué más puedes hacer. No te aferres a tus derechos, sino que, al contrario, renuncia a ellos y sé un siervo para quienes te rodean.

 

 

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