INVITACIÓN A AMAR: DIA 9 – La Motivación.

LA MOTIVACIÓN

«Nosotros amamos porque Él nos amó primero» (1 Juan 4:19).

El amor bíblico no está motivado por la obligación.

El amor cruciforme, dispuesto a autosacrificarte por el bien de tu prójimo, solo es motivado por un corazón que explota de gratitud. Cuando recuerdas el magnífico amor con el cual has sido amado, entonces serás motivado a amar a otros con un amor cruciforme.

Cuando recuerdas que has sido eternamente amado por Dios y que estás siendo transformado actualmente por el mismo amor, entonces amarás. Cuando reconoces que todo buen y perfecto regalo viene de arriba, serás motivado a bendecir a otros con regalos similares.

Tiene sentido para mí que mientras más andas con el Señor, más estudiarás su Palabra y serás maravillado por su carácter. Por tanto, tiene sentido para mí que mientras más tiempo andes con Dios, más amoroso serás. Sin embargo, eso no siempre ha sido cierto.

Creo que a menudo lo que ocurre es esto: nuestro caminar con Dios se transforma en una migración de la necesidad a la autojusticia. Cuando conoces a Cristo por primera vez, estás constantemente lleno con una sensación de tu necesidad. No sabes mucho y tus hábitos pecaminosos siguen apareciendo, no puedes evitar reconocer tu necesidad de la ayuda de Dios.

Sin embargo, a medida que creces y aprendes más, comienzas a decirte que eres parte de una buena multitud. Puedes entender tu teología y doctrina. Puedes identificar a las personas que luchan con el pecado. En resumen, comienzas a vivir con la sensación de haberlo logrado.

¡Esa sensación de logro es herética, porque solo existes como creyente en base a las bendiciones continuas de la gracia! Hoy la necesitas tanto como el primer día que creíste. Tú no tienes fuerza, sabiduría o rectitud de manera independiente. Seguro, has crecido en muchas áreas, pero es un testimonio de la gracia y de la fidelidad de Dios.

Necesitas permanecer necesitado y agradecido cada día, porque cuando tu corazón está lleno de gratitud, es difícil no amar. Cuando estás empapado con el desbordante amor de Dios en tu vida, ¡las personas a tu alrededor encontrarán difícil no empaparse también! El amor cruciforme explota de un corazón agradecido.

Existe una conexión inseparable entre un corazón agradecido y un amante motivado: «Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible, demostremos gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia» (Heb 12:28).

ORA INTENCIONALMENTE

Amoroso Dios, te amo porque Tú me amaste primero. Si no fuera por la cruz, no sabría lo que es el amor o cómo amar. Fuiste y eres el ejemplo perfecto; gracias por tu amor. Pero confieso que rápidamente migro de la necesidad a la autojusticia. Migro del agradecimiento a sentirme con derecho. Olvido tu amor, y sin él, no tengo motivación para amar a otros. ¿Tu amor mantendría mi corazón agradecido y necesitado, motivándome a derramar amor sobre otros? Amén.

APLICA PRÁCTICAMENTE

  1. ¿Estás en riesgo de migrar de la necesidad a la autojusticia? ¿De qué manera has llegado a «adormecerte» respecto a tu pecado y a tu sentido de necesidad?
  2. ¿Cómo puedes estar más profundamente consciente y motivado para correr a la cruz de Cristo por ayuda?

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