ALÉGRATE DE QUE VENGA TU REY
Zacarias 9:9
El segundo año del reinado de Darío rey de Persia, Dios levantó dos profetas para marcar el fin del exilio del pueblo de Israel. Estos son el profeta Ageo y el profeta Zacarías. El profeta Zacarías recibió algunas visiones sobre la victoria futura de Dios sobre las naciones y la restauración del pueblo de Israel.
En el versículo 9, el profeta ve desarrollarse la gloriosa aparición del Mesías y el fundamento de su reinado.
Llenos de alegría viendo a un monarca amoroso y esperado y que finalmente se acerca. Tu Rey viene; tu Rey prometido de todo tiempo por el Eterno.
Justo: No solamente porque tiene el derecho, sino además por su propia manera de actuar, puesto que es un Rey que hace reinar la justicia.
Salvador: Él estará rodeado de la bendición divina y por ella será protegido, ayudado y rescatado. Podrá eliminar a cualquier enemigo de su pueblo y darle todos los favores de Dios.
Humilde: No solo es justo y poderoso en Dios, más también está lleno de dulzura, compasión y misericordia.
Montado sobre un asno hijo de asna: En Oriente el asno no es un animal despreciado. En los primeros días de la historia de Israel, era la montura de príncipes y lideres. El asno es el símbolo del personaje pacifico del Rey Mesías.
En tiempo de Jesús había un camino que salía desde el Monte de los Olivos hasta la puerta dorada de la cuidad de Jerusalén con vista a la plaza del templo. Así es como Jesús anduvo por este camino para presentarse en el templo de Jerusalén.
El cumplimiento de este cuadro profético no tuvo lugar solo el día en que Jesús entró sobre un asno en Jerusalén: toda su vida ha sido la realización del ministerio del Rey pacifico anunciado de antemano por Zacarias. Si Jesús dispuso en un momento particular de su vida cumplir literalmente la profecía, fue para abrir los ojos de los ciegos.
Los israelitas esperaron más de 400 años para ver cumplir esta promesa.
La configuración de los antiguos imperios tenían que estar dispuestos a permitir la venida de Jesús para que el plan de Dios se cumpliera perfectamente hasta el sacrificio de Jesús en la cruz y la resurrección del Señor.
Será lo mismo con respecto a su segunda venida, pero para nosotros hoy ya que pronto celebraremos su nacimiento también podemos alegrarnos de que Jesús entró en nuestras vidas para salvarnos. Le recibimos en nuestros corazones y por esta razón con el profeta Zacarías nos gozamos de alegría por esta salvación que nos es dada por gracia pagando el precio en la cruz.
Cualquiera que sea nuestra situación, incluso mientras pasamos un tiempo de prueba, la Navidad siempre nos da la oportunidad y la gracia de probar el fruto del Espíritu. Especialmente la alegría y paz porque nuestra esperanza está en ÉL.
Podemos orar para que la luz de Cristo que vive en nosotros sea visible para todos aquellos que no le conocen y que celebrarán esta Navidad sin reconocer que en un tiempo real nuestro salvador Jesús nació.
Jean Dupupet, Dénia