NACERÁ EN BELÉN

Miqueas 5:2

“Pero tú, Belén… de ti me saldrá el que será Señor en Israel.”… Se anticipó ocho siglos antes de que ocurriera, y ocurrió. En Belén, en la casa del pan (eso es lo que significa Belén), llegó el Pan de Vida… Dios visitó aquella aldea y se ha quedado con nosotros. Y desde ese momento, un secreto vuela a través de las montañas y de los mares, y llega a cada lugar habitado. Es un mensaje esperanzador para los hambrientos, ¿lo oyes?: “Hay un Pan que da Vida” (Juan 6:35). Para muchos es difícil de creer, pero es cierto, y no es una quimera, ni una exageración. Tú ya lo escuchaste y lo creíste. Recibiste a Jesús, así que eres un privilegiado, y disfrutas ese privilegio.

Pues bien, a tu alrededor hay miles de personas que tienen hambre de ese Pan de Vida. Lo sepan o no, tienen hambre. Pero, presta atención: Están aburridos de historias acerca de Jesús. Quieren el alimento de su presencia (Yo Soy el Pan de Vida).

Tienen hambre, por eso se tragan cualquier engaño como si fueran lo último en revelación del cielo. Están tan necesitados que aceptan cualquier pócima como si fuera conocimiento espiritual. Hay una razón por la que tantas personas están dispuestas a intentar cualquier contacto con el más allá, aun aceptando el engaño: No saben dónde encontrar lo real y verdadero.

¿Quién les hará llegar el secreto? ¿Quién los tomará de la mano y les acompañará hasta Jesús? Yo lo sé, yo lo sé. Sé que ese eres tú. 

Ismael Carrió, Benidorm