16 de junio de 2021.
Discernimiento.
Lectura bíblica: Proverbios 10.9; 11.3; 20.7
“La integridad guía a los rectos, pero a los pecadores los destruye su propia perversidad” (Proverbios 11:3)
Estamos caminando hacia las semanas finales de nuestro énfasis especial “hacia el crecimiento Espiritual”, y esta semana en particular, estamos tratando seguramente con uno de los grandes desafíos que tenemos en el camino para ser conformados a la imagen de Cristo, el de la integridad.
La falta de integridad seguramente sea uno de los grandes problemas que tiene la Iglesia de Cristo, y que más problemas causa a la extensión del reino de Dios. Esta misma tarde, hablando con un joven que se considera “no creyente, o al menos no practicante”, él me decía que la principal causa era que aquellos que eran los representantes de la Iglesia (él hablaba de curas y monjas, pero creo que podíamos añadir ahí a muchos de nosotros) no practicaban lo que predicaban, muy al contrario, hacían lo contrario y vivían en la hipocresía y la falta de integridad. Él me decía “si ellos, que son los que predican las enseñanzas de la Biblia y de Dios viven así, ¿cómo nos lo vamos a creer los demás?” Podemos decir que esto es una excusa, que cada uno tiene que dar cuentas de sus acciones, pero lo que dice este joven, se repite por doquiera que vayamos y es una realidad palpable a la cual no podemos cerrar nuestros ojos.
Es terrible que la falta de integridad sea la característica que más ve y resalta el mundo que nos rodea. Muchas personas, dentro y fuera del cristianismo, tienen una impresión negativa de la poca honestidad, congruencia y vida recta que ven en quienes llevan el nombre de Cristo. Dice Chris Hall que “cuando el mundo que rodea a la comunidad cristiana no puede verla como un ente distintivo en su manera de vivir, no es de sorprenderse que le dé la espalda y busque otros dioses, porque ha encontrado poca evidencia en los seguidores de Cristo de la existencia de un Dios vivo.”
Si la situación que vivimos es esta ¿Qué decisiones vamos a tomar? ¿Seguiremos como si no pasara nada? Realmente somos un Pueblo llamado a ser luz y bendición, y este asunto está siendo usado por el enemigo para conseguir lo contrario, para que seamos un obstáculo para que otros encuentren a Jesús. Creemos que este tema es muy importante, y por esto estamos buscando tomar medidas que nos ayuden a reflejar la integridad de Jesús en nosotros, Su Iglesia. En estos devocionales queremos resaltar diferentes elementos de la integridad que se podemos encontrar en la Palabra de Dios que nos provean un entendimiento sobre lo que es la integridad de carácter.
El primer elemento esencial que resalta la Biblia en una persona de integridad es la capacidad de discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Si nosotros reflexionamos sobre el texto que encabeza este devocional “La integridad guía a los rectos, pero a los pecadores los destruye su propia perversidad” (Proverbios 11:3), podemos ver que se contrastan dos caminos, el que lleva a la vida y el que conduce a la muerte. La integridad es la guía para el justo, por otro lado, la perversión destruye al pecador. La justicia es lo que da vida y salvación. La integridad y la malicia son opuestas.
La integridad comienza en la sabiduría de buscar, escuchar, discernir y poner por obra la voluntad de Dios para su vida. No podemos decir que una persona tiene integridad cuando los principios que guían su vida son equivocados o son malvados. Por lo tanto, La integridad es discernir entre lo correcto y lo incorrecto. No nos engañemos, una persona íntegra es aquella que está abierta a aprender lo que es correcto y lo que no lo es, y seguidamente se compromete con lo que aprende, para ponerlo en práctica como un valor en su vida.
REFLEXIONEMOS:
¿Cómo estamos buscando crear en nosotros un carácter comprometido con Jesús? ¿Qué evidencias son indicadores de que la integridad es una cualidad creciente y generalizada en nuestra vida y relaciones con los demás? ¿Realmente tenemos discernimiento y reflexionamos bien lo que nos comprometemos a hacer? ¿En qué áreas de nuestra vida sentimos que debemos trabajar para ser personas de auténtica y completa integridad?