27 de Marzo 2021
El siervo sufriente.
Lectura bíblica: Isaías 53
“Cuando vea todo lo que se logró mediante su angustia, quedará satisfecho.
Y a causa de lo que sufrió mi siervo justo hará posible que muchos sean contados entre los justos, porque él cargará con todos los pecados de ellos.” (Isaías 53.11)
Cuando reflexionamos en la disciplina espiritual del Servicio, tenemos que dirigir nuestra mirada a Jesús, ya que vemos en Él el modelo supremo de siervo. El Señor nos indicó el camino y nos demostró con su ejemplo cómo debíamos vivir como siervo de todos. Jesús abandonó su lugar de comodidad y se encarnó para hacerse presente en nuestras vidas; pero no se quedó ahí, sino que se hizo próximo a nosotros, a nuestras necesidades, y con pasión se involucró con nosotros para ser la solución a nuestra necesidad. Su pasión por nosotros le hizo entregarse hasta el final para traernos sanidad y salvación.
El capítulo 53 del libro de Isaías, escrito 700 años antes del nacimiento del Mesías, es un canto profético que nos define con total claridad y precisión como Jesús se entregó por cada uno de nosotros. En este canto del Siervo Sufriente podremos entender la pasión de Cristo y como Él se entregó en servicio para que nosotros fuésemos sanados.
Te animo a que abras tu corazón para poder sentir el Amor de Cristo por ti y por mí sirviéndonos hasta el fin.
1 ¿Quién a creído nuestro mensaje?
¿A quién ha revelado el SEÑOR su brazo poderoso?
2 Mi siervo creció en la presencia del SEÑOR como un tierno brote verde;
como raíz en tierra seca.
No había nada hermoso ni majestuoso en su aspecto,
nada que nos atrajera hacia él.
3 Fue despreciado y rechazado:
hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo.
Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada;
fue despreciado, y no nos importó.
4 Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó;
fueron nuestros dolores los que lo agobiaron.
Y pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios;
¡un castigo por sus propios pecados!
5 Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones
y aplastado por nuestros pecados.
Fue golpeado para que nosotros estuvieramos en paz,
fue azotado para que pudiéramos ser sanados.
6 Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas;
hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros.
Sin embargo, el SEÑOR puso sobre él
los pecados de todos nosotros.
7 Fue oprimido y tratado con crueldad,
sin embargo no dijo ni una sola palabra.
Como cordero fue llevado al matadero.
Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores,
no abrió su boca.
8 Al ser condenado injustamente,
se lo llevaron.
A nadie le importó que muriera sin descendientes;
ni que le quitaran la vida a mitad de camino.
Pero lo hirieron de muerte
por la rebelión de mi pueblo.
9 Él no había hecho nada malo,
y jamás había engañado a nadie.
Pero fue enterrado como un criminal;
fue puesto en la tumba de un hombre rico.
10 Formaba parte del buen plan del SEÑOR aplastarlo
y causarle dolor.
Sin embargo, cuando su vida sea entregada en ofrenda por el pecado,
tendrá muchos descendientes.
Disfrutará de una larga vida,
y en sus manos el buen plan del SEÑOR prosperará.
11 Cuando vea todo lo que se logró mediante su angustia,
quedará satisfecho.
Y a causa de lo que sufrió
mi siervo justo hará posible
que muchos sean contados entre los justos,
porque él cargará con todos los pecados de ellos.
12 Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso,
porque se expuso a la muerte.
Fue contado entre los rebeldes.
Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.
Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Isaías 53