HACIA LA PLENITUD DEL ESPÍRITU XXIII

DÓNDE PONES LA MIRA.

Leer capítulo 23 de Mateo

Este capítulo se desarrolla en medio de los últimos días de Jesús, antes de su crucifixión. Aquí, el Maestro pronuncia ante la multitud y sus discípulos, su último discurso, duro y contundente con el fin de denunciar públicamente las prácticas y actitudes hipócritas de los fariseos y escribas, en torno al cumplimiento de la Ley de Moisés.

Jesús comienza haciendo referencia a una figura de autoridad, (Mateo 23:1) la tedra de Moisés”; que era un asiento especial que se colocaba en las sinagogas, el cual estaba reservado para el Maestro o Rabí, que enseñaba la Torá y en estos tiempos, quienes mejor la conocían eran los fariseos y escribas, por eso ellos se sentaban allí para interpretar la Ley y ser aplicada en la vida diaria. Acerca de esto, Jesús dijo: Así que todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen” (Mateo 23:3).

Jesús condena en ellos todas las exigencias que no eran coherentes con el mensaje de la Ley y que por tanto, pasaban por alto el objetivo principal de la misma, promover la fe en el corazón de las personas. A partir del versículo 4, Jesús inicia una serie de acusaciones contra los maestros de la Ley.

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar….”(Mateo 11:28-30). Era un llamamiento a todos los que se sentían abrumados por el peso impuesto, pero sobre todo a aliviar la carga del pecado.

En su segunda denuncia, Jesús detecta la raíz del problema: Buscaban impresionar a los hombres antes que agradar a Dios. (Mateo 23:5-7 Lamentablemente, el rasgo de la hipocresía suele estar presente en el ser humano y no estamos exentos , cuando nuestras motivaciones no son la sincera búsqueda de la voluntad de Dios, sino satisfacer nuestras propias necesidades y carencias.

Indudablemente, caemos en estas actitudes debido a que no ponemos la mira en el Señor y en su Reino, sino por el contrario, en todo lo externo y en agradar a los demás, y en este sentido nos alejamos y caemos en la idolatría.

Por lo tanto, si estamos en Cristo, tenemos que oír la voz del Espíritu Santo , reconocer nuestras cargas, debilidades y depositarlas en el Señor, porque por su gracia, Él nos alivia del peso y nos hace liviana la carga. ¿mo lo logramos? Velad y orad para que no entréis en tentación, el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41).

Una vez que hayamos identificado los deseos de nuestro corazón, relacionados con la identidad, con la búsqueda de aprobación , pedir al Señor que por medio de su Espíritu nos muestre qué necesidades se manifiestan .

Siempre dependeremos del Señor, a través de su Espíritu, mediante la oración y de su Palabra porque ella es s cortante que toda espada de dos filosdiscierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” (Hebreos 4:12)

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

1.- ¿Por qué las personas rechazan la religión y la Iglesia?

2.- ¿Qué tendríamos que cambiar para presentar el evangelio a personas para Cristo?

3.- ¿De qué maneras fingimos nuestra vida en Cristo?

4.- ¿Cuáles son algunos de los peligros de ser demasiado legalistas, es decir cuando ponemos normas para todo?

5.- ¿Qué actitudes necesitas confesar al Señor para que tu interior se vea tan bien como tu exterior?

Susana Rodríguez T.